Nuestro país es ejemplo mundial desde hace 50 años de la participación del Estado en el desarrollo turístico y se distinguen claramente dos grandes etapas marcadas por la modalidad e intervención estatal en el sector. La primera entre 1974 y 1999 se rige por otorgamiento de créditos a particulares, fomento de infraestructura y equipamiento principalmente en los Centros Integralmente Planeados de FONATUR. En la segunda etapa, transcurrida entre 2000 y 2019 fue marcada con la creación y extinción del Consejo de Promoción Turística de México, (CPTM) que privilegió la canalización de recursos públicos por parte de la autoridad hacia la promoción de campañas publicitarias de los múltiples atractivos en la escena internacional y nacional. (Mújica, 2022)